En pleno siglo XXI se cuentan por decenas los casos de empresas que ven truncados sus sueños en apenas horas después de que se declare un incendio de forma fortuita o debido a un accidente. Las han devorado en las últimas décadas las plantas de factorías tan conocidas como la planta de Campofrío en Burgos; sin duda el caso más llamativo y el ejemplo más claro de cómo el fuego puede acabar con todo sino se toman los sistemas de detección y protección adecuados. Cuestiones que en el caso de la cárnica estaban cubiertas al ser una de las plantas más preparadas del mundo, según entienden sus responsables.
El 16 de noviembre de 2014, la ciudad de Burgos se despertó sobresaltada debido a la intensa columna de humo que llegaba desde el polígono de Gamonal-Villayuda. “Se está quemando Campofrio”. Ese fue el primer mensaje que recibieron decenas de empleados de la planta más preparada de la cárnica en toda Europa. Parecía imposible, pero el fuego había llegado a la totalidad de la planta tras iniciarse cerca de la zona de loncheado, se pensó en un primer lugar. No hubo que lamentar heridos, aunque sí inmensos daños materiales. La fábrica se redujo a cenizas y a un amasijo de hierros que nadie hubiera imaginado nunca.
Uno de los primeros asuntos que tuvo que resolver la Policía Científica fue identificar el origen del fuego y descartar una posible infracción. Fueron muchos los que pensaron que el fuego podía tener un origen intencionado. Sin embargo, la Brigada Científica de la Policía descartó que el incendio fuera intencionado, al no haber encontrado ninguna sustancia acelerante.
Así, se confirmó que el origen de las llamas fue «fortuito», al no encontrar los perros ningún resto de productos inflamables como gasolina, ni queroseno, ni acetona, así como ningún líquido de esta naturaleza.
Otros sucesos
El pasado 21 de mayo, el fuego también arrasó parte de la planta leonesa de Embutidos Rodríguez, situada en Soto de la Vega. Las llamas afectaron a la sala de despieces y al matadero nuevo dejando en el aire las ilusiones de sus propietarios y de decenas de empleados.
Más reciente es el incendio en el que dos bomberos vascos resultaron heridos después sed intentar sofocar el incendio de la empresa de ‘Conservas y ahumados Ángel’, ubicada en el polígono industrial Santelices de Muskiz. Las llamas arrasaron por completo la planta.
Son numerosos los casos de incendios que se han producido en las empresas de la región y del país. Evitar los mismos es posible gracias a la instalación de sistemas de detección y aviso de la mano de una empresa especializada. Del mismo modo, es necesario que los empleados y trabajadores conozcan cómo actuar en caso de que el fuego haga presencia en su puesto de trabajo. La rapidez resulta fundamental.